wtorek, 9 czerwca 2015

La casa de Bernarda Alba. Escenario



Acto primero:

Al abrirse el telón vemos una habitación blanquísima, de muros gruesos y puertas con forma de arco. Está decorada con cortinas de yute rematadas con madroños y volantes. También hay sillas de anea y varios cuadros con paisajes inverosímiles, en los que están representados ninfas y reyes de leyenda.

Al principio del acto, se oyen doblar las campanas de la iglesia.

Las mujeres van vestidas de luto y llevan abanicos. Josefa, en cambio, no viste de negro, y lleva flores tanto en la cabeza como en el pecho además de anillos y pendientes de amatista. Bernarda lleva un bastón que simboliza el poder que tiene en la casa.
Aunque no aparece en escena con este vestuario, sabemos que Adela lleva un vestido verde por el diálogo entre Amelia y Magdalena, en el que esta última dice “¡Ah! Se ha puesto el traje verde que se hizo para estrenar el día de su cumpleaños, se ha ido al corral y ha comenzado a dar voces.”


Acto segundo:

En la misma habitación blanca, cuyas puertas de la izquierda comunican con los dormitorios, aparte del atrezo nombrado anteriormente encontramos unas sillas bajas, en las que se sentarán los personajes.

La vestimenta es igual a la del primer acto.

A mediados de este acto, oímos unas campanillas lejanas y un canto de mozos que se acerca acompañado de panderos y carrañucas. Después este canto se aleja y la escena queda en silencio.

Acto tercero:

Los personajes ahora se encuentran en el patio interior cuyas paredes son blancas azuladas. El escenario está decorado con una perfecta simplicidad. Es de noche y las puertas están iluminadas por las luces interiores. En el centro de la habitación se encuentra una mesa con un quinqué donde los personajes están comiendo.


Las mujeres van vestidas con enaguas blancas. Adela además lleva un corpiño. Martirio también lleva un pequeño manto de talle y Bernarda el ya nombrado bastón y un mantón negro.

Al principio del acto se escucha un caballo dando coces contra un muro, al que hace referencia Bernarda con la frase “ El caballo garañón, que está encerrado y da coces contra el muro. ¡Trabadlo y que salga al corral” lo que simboliza que algo malo va a ocurrir.
En la mitad del acto se oyen lejanísimas unas campanas que indican el toque de queda.
Cerca del final se oye un silbido y Adela corre a la puerta a encontrarse con el que hombre que había silbado, su amante.
Al final, oímos el disparo que da Bernarda, a raíz del cual Adela se suicida pensando que ha muerto su amante.


En conclusión, cada elemento de la escenografía tiene más importancia de la que aparenta y nos permite deducir detalles del argumento que a simple vista se nos pasarían por alto.

poniedziałek, 1 czerwca 2015

María Ladvenant; La divina mariquita

              Fue de las más famosas de su época. Estuvo en círculos aristocráticos. Oriunda de Valencia, es la que tiene la vida más corta, vive 25 años y es conocida como la divina mariquita. Se casó con otro actor mucho más viejo que ella, Manuel de Rivas, que era un actor mediocre especializado en papeles de barba. Ella tuvo un éxito extraordinario, era muy buena y muy bella, en vista de lo cual el marido tenía unos celos tremendos; tanto profesionales como sentimentales, porque ella le ponía los cuernos. Fue amante estable del Duque de Arcos con quien tiene dos hijos ilegítimos, y con otro Duque tuvo otros dos. Fue directora de compañía teatral, pero se cansa a los pocos meses y lo deja porque tenía bastantes problemas para formar compañía porque otras actrices le hacían el boicot. Muere por una enfermedad repentina en escasos 6 días.

Teatro popular: Fórmulas siglo de Oro

              Este teatro popular convive con el teatro neoclásico que se hacía en la época, había un preceptista que era Luzán que pone las bases de ese teatro neoclásico y haciendo posible la reforma de los teatros al frente de la cual puso a Moratín; convivían pues la corriente culta y la popular. Luzán trata a la vertiente popular con sumo desprecio, como si fuera algo despreciable porque el teatro popular era la evolución caricaturizada de las formas teatrales del siglo XVII. A los adoctrinadores no les venía bien, pues estaba destinado a entretener al público, no servía por tanto para sus fines. Como conviven ambas vertientes en el XVIII en el teatro popular no se respetaran las tres unidades de tiempo, espacio y acción, evidentemente para la vertiente culta sí. En la vertiente culta del XVIII ya fueron quitando las piezas intermedias que se ponía entre acto y acto pero en el teatro popular no se pierde esa costumbre; se ponen entremeses que fueron evolucionando y pasaron a ser sainetes y tonadillas con una carga musical mayor, con lo cual en el culto se fue perdiendo un poco la música porque solo había al principio antes de comenzar la comedia y al final.
La evolución natural del entremés pasa a ser el sainete, Ramón de la Cruz escribe sainetes a tutiplén. La tonadilla tiene más parte musical que recitada. La tonadilla la hicieron en el XVIII como reacción al exceso culto de la ópera italiana, fue una reacción popular emparentada con la zarzuela. La copla también es herencia pero trasplantada al siglo XX. El sainete y la tonadilla fueron las herencias dieciochescas de las piezas breves del XVII.
Danzas - nobleza
Baile - pueblo
Uno de los compositores habituales para los sainetes de Ramón de la Cruz era Blas de Laserna. Los tres componentes de la tonadilla son: el musical (cantan), recital (hablan) y el recitativo (recitan).

El viejo y la niña

           La escribe en 1786, la dio a la compañía de Manuel Martínez para que se representara pero no se llega a representar. Una de las actrices era demasiado mayor y quería hacer el papel de Isabel, cuando no le corresponde, dos años después la dio a leer a la compañía de Eusebio Rivera y otra actriz que era suplente también tuvo un problema para representar a Doña Beatriz, pues le parecía ofensivo actuar como vieja. Finalmente se llega a estrenar en 1790 en el teatro Príncipe de Madrid por la compañía de Eusebio Rivera ya sin problemas.
Dirige los ensayos el propio Moratín. La obra dura 10 días en cartel, lo que es un éxito, lo normal era que duraran una semana. El teatro era la mayor fuente de ocio que existía. Las obras de teatro igual que en el XVII se suceden con mucha rapidez en cartelera puesto que el público va al teatro casi todos los días. Además, Moratín dijo que esta era una comedia de carácter, no de enredo (que eran de acción), es decir, de personaje.
- Acto o jornada: ya estaban anteriormente
- Escenas (es el cuadro): aparecen en el siglo XVIII. Sirven para hacer micro secuencias de lo grande, para que el espectador no se despiste.

La mujer por fuerza

             Contexto: La mujer por fuerza fue escrita por Tirso en 1612 pero sale publicada en 1635 en la segunda parte de sus comedias. También se la atribuye a Claramonte, pero es imposible por varias circunstancias, una de ellas es el tratamiento que hace de la mujer y que veremos pormenorizadamente porque ese tratamiento solo lo hace en la época Tirso de Molina. En la comedia se menciona la boda de Lisarda con el príncipe de Hungría, no es un personaje, el Rey lo menciona para hablar de la boda de Lisarda, que no es otra que Isabel de Borbón, en Nápoles fue donde ella y Felipe IV concertaron sus bodas. Es otro dato por el que se deduce que tiene que ser a la fuerza de Tirso de Molina además del tratamiento que hace de la mujer. No es otra forma que dar la noticia de forma encubierta que por aquel entonces corría y Tirso estaba muy cerca del poder y había oído la noticia de que ambos se habían comprometido.
           
            Escenografía posible, según nuestra imaginación, en el siglo XVII: en el XVII no se divide en escenas, si en el XIX, pues hay telón, distinguen las escenas subiendo y bajando el telón. Tiene que ser lo más neutra posible y cambiando si eso los objetos. El espectáculo no puede parar nunca, siempre está ocurriendo algo en escena, por lo tanto no hay tiempo de cambiar esa escenografía. Para ello se puede usar biombos o cortinas, que sirven para acotar el espacio cerrado y dejar algo libre para señalar el espacio y el camino, para separar el espacio exterior del interior. Cuando Alberto está intentando matar a Federico pone que salen de noche, que se puede representar con antorchas y capas. En el teatro se permitía todo tipo de vestuario, pues suplía la pobreza de escenografías. El vestuario es lo que da la idea de dónde están los personajes y lo qué pasa.