Roberto Emilio Gofredo Arlt, argentino nació en Buenos Aires 2 de abril
de 1900. Fue la persona muy talentosa en muchas ramas. Escribió no solo obras teatrales
pero fue también novelista, cuentista, periodista además, inventor. Era hijo de inmigrantes de prusia quien han buscado la vida
mejor. En la casa de Roberto Arlt se hablaba en alemán
que era su lengua materna. En infancia llevaba el sello de las relaciones muy
difíciles con su padre. Decidió juntar su vida con el
arte. La novela “El juguete rabioso” era su primera obra que escribió en
1926.
“La isla desierta” es una
obra dramática
estrenada en el primer teatro independiente en Argentina como se llama “El
teatro del pueblo” que es el primer teatro independiente en Argentina. En este
teatro Roberto Emilio Gofredo estrenó su primera obra y tenía vinculación de todo su vida en este lugar. El
espacio de la obra es urbano en el puerto de Buenos Aires, como se puede
encontrar también en unas otras de este autor. Problemática de la obra es muy típica para aquellos
tiempos. En la ciudad hasta 1930 faltaba tiempo la gente tenía mucha prisa y el mundo sufría de la deshumanización
patente. También las problemas con convivencia y emigración. Entre
los versos Roberto Arlt está preguntando qué existe el progreso o no.
Es una burlería en un acto con diálogos, una historia que
tiene un mensaje dirigido al hombre. Las personas que viven en el mundo caótico
que se aparece imaginario, pero tiene también
su significado en realidad, lógico. Típico
para Roberto Arlt un autor realista que en sus obras a veces usa los elementos
fantásticos. El
autor expresa el humor negro un poco absurdo. En la obra tenemos diálogos que desde punto de vista absurdo a veces les faltan lógica,
sentido. Las personajes sueñan sobre la vida mejor
buscando una alternativa para mejorar estado de ánimo,
encontrar otros posibilidades y nuevo estilo de vida pero no pueden conseguir.
La acción de la obra transcurre en la oficina de aduanas en Buenos Aires
en la décima planta de un edificio. Hay once personajes:
tres Empleadas, dos Empleados, El Jefe, Manuel, María,
Cipriano ( Mulato ), Director, Tenedor de libros. Los personajes no están caracterizados de forma individual. Salvo el caso
del mulato Cipriano que el autor utiliza para expresar algo con su lenguaje y
provocar el humor. Los
únicos personajes que tienen nombre y algún rasgo singular son Manuel y María,
oficinistas de toda la vida que van a cometer el error de soñar con una isla
desierta, dando así nombre a la obra. No hay caracterizacion física, solo los profesiones
que desempeñan. Enseña cuanto tiempo pasan en
la oficina y un significado de trabajo en su vida. Las oficinistas tienen una
realidad muy triste. Encontramos a los empleados, “desdichados” con montón de la
burocracia administrativa, quienes pasan buena parte de sus vidas con montañas
de papeles y documentos que hay más y más. El mundo gris y cuadriculado de la oficina
contrasta con lo que sucede más allá de los ventanales, las cosas mejores que
“la vida en la oficina”. La ventana tiene grande importancia y influencia en
los personajes sus vista de vida además, el trabajo. Se puede ver eficiencia
del pasado frente a la inoperancia de presente. Sobre todo el aire fresco, el
sonido de los buques el sol, la luz del día que es un símbolo positivo al contrario lo
que pueden encontrar en oscurridad de la oficina.
Para el Empleado 1.º “Uno estaba allí tan
tranquilo como en el fondo de una tumba” y Manuel afirma que allí se
sentían “como una lombriz solitaria en un intestino de cemento” Ascender
al décimo piso del bloque de oficinas no es sólo una forma de subir
físicamente, sino sobre todo espiritualmente. La visión que tienen del
puerto, de las calles y de los buques los acerca a una realidad que ha estado
fuertemente reprimida y que acaba presentándose como un deseo, como una
ensoñación.